No soy lectora de libro digital. ¡Por fin lo he dicho, maldición! Tras un año y medio de intentar convencerme a mí misma leyendo libros gratuitos en el iPad (gratuitos por... pues por piratas, sí, ¡también tengo que reconocerlo! Assdfhdsadsa grrrrrr) mi yo lector ha estallado al tener entre sus manos la última adquisición lectora, la segunda parte de la trilogía The Century, de Ken Follett.

Confieso que intenté leerme este libro (de forma digital, sí) varias veces y no conseguí pasar de las 10 páginas de una u otra forma. Tenía que releerlo una y otra vez para entender lo que me estaban diciendo... Una clara señal de que había llegado el fin de la etapa digital. Apenas me había leído ocho libros en un año y medio. Bueno, quizá un poco más. Pongamos doce. Doce libros en un año y medio es un dolor en mi corazón que no se va y que se agrava cada vez que lo pienso. Y no solo eso, apenas recuerdo lo que leí. Es un fenómeno extraño y terrorífico del que por fortuna (¡Gracias, mamá!) he conseguido salir. 

Digo gracias mamá porque fue ella quien me compró este libro, tras varios comentarios míos. Es la edición DEBOLS!LLO y su precio es de 10,95 € más que razonable para un total de 975 paginas. De páginas finas y peso ligero, he de decir que vivo abrazada a él por dos motivos. Bueno, diría que tres. Uno, me ha devuelto el amor por la lectura. Dos, voy a decirlo de forma simple; me ha en-can-ta-do. Y tres, es Ken Follett, por el amor de dios. ¡KEN FOLLETT!

Pues bien, quizá por este hecho en mi vida este libro esté impregnado de una subjetividad fuerte y poderosa que me lleva a verlo de una manera poco objetiva pero en cualquier caso quiero dar mi opinión sobre esta saga y en concreto, sobre este libro.

Para los que no conozcáis la trilogía THE CENTURY, se resume en la búsqueda de la libertad a través de cinco familias por todo el mundo durante los eventos que tuvieron lugar en el siglo XX. Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania... Son los protagonistas de la contienda que tiene lugar en Europa. 

Este es el resumen de los dos primeros libros que conforman la saga. Recientemente ha salido la tercera parte; El Umbral de la Eternidad. 

Con respecto a la Caída de los Gigantes y El Invierno del Mundo, Ken Follett dice "Es la historia de nuestros antepasados, la de nuestros abuelos y la de sus abuelos antes que ellos" y tiene toda la razón. No solo por la ración de historia si no también por la humanidad que derrocha su pluma con cada uno de sus párrafos. Es una historia intensa, emocional y real que llegas a sentirla en tus propias carnes.

Ken Follett tiene un pecado; quiere contar demasiadas cosas en un espacio limitado, como lo son las páginas del libro que lo contiene. A mi modo de ver no diría que es una lectura densa, ya que la maestría con la que guía el curso de la historia a través de las vivencias de los personajes es dinámica y cercana. No se necesita saber de historia para leer el libro, él mismo te lo cuenta con una sencillez y naturalidad envidiables. Te trata como un lector cercano, narrándote la historia del mundo. Sin pretensiones ni altivez. No lo necesita y su intención se aleja de cabo a rabo de lo que uno puede pensar al conocer el trasfondo de la historia.

Centrándonos en el libro que nos concierne, El Invierno del Mundo, decir que es una muy digna continuación. Sin embargo tengo un par de PEROS que señalar. El primero; Ken Follett es un buen inglés y como buen británico no puede evitar dotar a sus personajes ingleses (Ethel, Lloyd...) del punto de sensatez y cordura en un mundo aparentemente loco. A través de la política y de su condición de personas humildes, dan unas lecciones morales que probablemente no tengan el resto de personajes, o al menos, no todos ellos y no con su intensidad. También hace incapié en el arcaicismo de los títulos nobiliarios y su decadencia a través del parentesco de Lloyd y su hermanastro Boy y el triángulo amoroso con la esposa de éste último, Daisy. Relación intensa y bien llevada, justificada y esperada por todos los lectores porque, a ver, Lloyd es un amor. El segundo pero es el trato que le da al concepto comunista. Un amigo dijo que lo consideraba un "manifiesto anticomunista" y aunque no piense igual, algo de razón tiene. Da un panorama Stalinista de totalitarismo comunista, alejado del concepto político y filosófico original y haciendo una crítica profunda a través del espía ruso de nombre Volodia. El tercer pero le toca a la sección alemana y el trato del ascenso nazi. Se me hizo superficial, sin hacer incapié como en otros movimientos al cómo, por qué y la vivencia del mismo. Obviamente, Maud, Werner, Frieda y Carla son antinazis y solo el hermano de esta última es simpatizante al partido que no obstante acaba viviendo una catarsis. 

Un punto y aparte es la versión americana, de la que lo único que tengo que objetar es la ligereza con la que pasa el asunto de Pearl Harbor a pesar de que todos los personajes de esta vertiente están implicados. Woody, Joanne, Chuck, Eddie, el senador Gus... Aunque la parte de Lev (antiguo ruso que viajó a EEUU en la primera parte y consiguió hacer fortuna) y su hijo Greg están bien llevadas.

No vamos a engañarnos, el autor tiene claro cual es su postura y no duda en dejarla clara... Lo que no supone ningún problema. Sí me lo pareció el tratamiento superficial de algunos aspectos, como los antes mencionados, en los que hubiera sido interesante profundizar... Pero quizá el libro hubieran sido el doble de páginas y puedo entender por qué no se hizo así.

En todo lo demás, ¡qué decir! He recordado la historia y he aprendido otras muchas cosas de forma excepcional, interesándome en aspectos que en las horas de estudio las pasé por encima y realmente nunca aprendí. Deja una sensación de satisfacción muy grata. Los propios personajes, su relación con todos los demás (todos están relacionados de un modo u otro), la trama, los giros argumentales, las penurias de la guerra y cómo es la dichosa guerra... Todo ello es una obra maestra.

En definitiva y aquí acaba mi reseña, muy muy recomendable. Eso sí, no nos olvidemos de que es una novela histórica y no todo lo que el autor escribe es necesariamente real (como recuerdo un par de escenas de Stalin... pero bueno).

Y mi valoración es...

9,75/10

With love,

Elisheva.