desiree verlangen

sailor senshi, jedi y maga. always makeup & skincare 馃

Keep Reading

Wild World

Le gustaba sentarse al borde de la cama, dejar los pies colgando y pasarlos una y otra vez por la lana de la alfombra. Le hac铆a sonreir. Le recorr铆a un escalofr铆o por la piel, la risa que nunca dejaba escapar le mord铆a desde dentro. Y no pod铆a evitar dejar escapar el aire en una 煤nica carcajada contenida. Era el mismo juego entre las dos, y ninguna perd铆a nada al ser derrotada. Siempre ganaban.
Despu茅s se levantaba, paseaba la vista acostumbrada por los libros y ninguno acababa de llamarle la atenci贸n. De lo que ten铆a ganas era de voz en los o铆dos.
Los minutos pasaban, y ella segu铆a de pie sobre la alfrombra de lana con los ojos cerrados y sin pensar en nada. Un deseo empez贸 a formarse en ella. Lo sigui贸. Poco despu茅s abri贸 los ojos y vio el techo blanco que no imped铆a ver el cielo, al menos para ella. En su mano, hab铆a humo. En su boca hab铆a humo dulce. Respir贸 fuertemente, hasta que el espacio de sus pulmones se llen贸 a reventar. Todav铆a no quer铆a soltar el aire. Estaba tumbada. El sonido de un saxof贸n se abri贸 lentamente paso por el espacio que separaba su casa de la calle de enfrente. Se qued贸 escuchando las notas que poco a poco iban naciendo solo para ella hasta que, cogiendo velocidad, formaban su canci贸n. Una canci贸n an贸nima de la que no conoc铆a el autor, ni la letra. Pero eso no le imped铆a inventarla ella misma. Cada vez que el saxof贸n cobraba vida se entreten铆a imaginando a su vecino. Al principio, imaginaba sus labios pegados al instrumento, sus ojos misteriosos cerrados haciendo un esfuerzo para sacar sonidos de 茅l, sus manos acarici谩ndolo lentamente y presionando suavemente, pues sab铆a perfectamente que no pod铆a empezar de ninguna otra forma. Porque 茅sa era su historia. La del saxof贸n, la del chico misterioso y la de la chica del humo.
Ella dej贸 que la m煤sica la guiara. Abri贸 los ojos y dej贸 escapar el aire, acompa帽ada en todo momento por 茅l.
El humo empez贸 a tomar formas que conoc铆a perfectamente, formas de rostros, de cuerpos, de manos, de voces.
Levant贸 las manos y pas贸 sus dedos por el humo, acarici谩ndolo como un viejo amigo. Como siempre, no pudo aferrarlo. No se preocup贸 demasiado. Volvi贸 a expulsar humo, esta vez con mayor fuerza. Volvi贸 a entrelazar sus dedos con 茅l. Volvi贸 a escaparse.
Las 煤ltimas notas de su canci贸n le besaron los labios. Ella mir贸 el humo, volvi贸 a escaparse.
Entonces, lo dej贸 ir.

Se levant贸 despacio de la alfombra, abandonando su humo all铆 y acerc谩ndose a la ventana. Se puso de puntillas para ver mejor. Vio como una figura se mov铆a detr谩s de las cortinas de la casa de enfrente. Apoy贸 sus manos en el alfeizar y se qued贸 mirando un rato.
脡l no se volvi贸, ni abri贸 la ventana y tampoco volvi贸 a tocar la canci贸n.
Ella sonri贸, notando como la vida continuaba y ella corr铆a detr谩s, disfrutando de cada paso. Sin moverse de all铆, llegando hasta los confines del mundo. Volando sobre ciudades.

Se acord贸 del humo y se dio la vuelta, mir谩ndolo con el ce帽o fruncido.
Lo guard贸 todo y se pint贸 los labios. Cogi贸 el bolso, las llaves y dej贸 el movil en la alfombra. Al bajar, se puso las botas y sali贸 a la calle, con la m煤sica de su canci贸n en los o铆dos y el beso en los labios pintados.
Que el mundo no fuera suyo no le imped铆a moverse por 茅l como si lo fuera.

El movil no son贸 en toda la noche. De haberlo hecho, ella no hubiera estado all铆 para responder.



Comentarios

  1. Y que m谩gico recuerdo ¿verdad?

    La realidad puede llegar a sobrepasar la fantas铆a. Seguro que fue m谩s m谩gico que todos estos peque帽os indicios que quieren expresar... esa "cosa" que sentiste.

    De no ser as铆, no te habr铆a inspirado para escribir esto.

    Si, seguro que lo fue.

    Cari帽o, te quiero.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Form for the Contact Page