¡Hola amores! En esta ocasión quiero hablaros del proceso que estoy llevando de eliminar siliconas, sulfatos y parabenos de mi pelo. De este tema se ha hablado mucho, pero os lo voy a resumir para que no se haga excesivamente largo. 

Las siliconas son unos componentes plásticos derivados del petróleo que se adhieren a cada hebra del pelo para darle un aspecto suave, sedoso, brillante y sano. Suena muy guay, pero la realidad es que primero, es plástico que hace impermeable el pelo y lo asfixia y segundo, es como un maquillaje. Como no paramos de poner capas y capas, y capas no podemos ver el estado natural de nuestro pelo y por lo tanto, mejorarlo. Algunas personas viven toda su vida con siliconas y su pelo tan bello... pero algunas otras, como yo, lo sufrimos y mucho. El pelo se nos vuelve quebradizo, como pelusilla, pierde volúmen, cantidad y fuerza. Y si a eso le sumas que yo lo tengo castigado, y mucho, es la peor combinación posible así que, ¡fuera siliconas!

¿Y los sulfatos?  Pues son detergentes. De hecho, se utilizan para lavar los motores de los coches, no os digo más. Tienen un gran poder limpiador y resultan baratos y económicos así que casi todos llevan sulfatos. En si, no son malos, pero pueden producir caspa, debilitamiento del pelo y en mi caso, pérdida de color. Si ya es dificil mantener un pelirrojo, no os quiero contar con sulfatos que a los tres lavados se han comido el color. Así que, chao pescao' también.

Es un proceso al que, si os animáis, a veces es dificil acostumbrarse. Si tienes el pelo maravilloso de la vida probablemente no notes diferencia, pero si eres como yo y lo tienes que el pobre da pena, pues ten paciencia y quiérete porque el proceso de transición es duro. Se tarda en el mejor de los casos un par de semanas en eliminar las siliconas y, en los peores (como mi caso), meses. Notaremos el pelo raro al principio, como si chirriase al lavarlo y no estuviese nada suave hasta que lo secas. Se pondrá rebelde, pataleará porque le estamos quitando su drogui pero si tenemos paciencia acabará surgiendo la magia y empezamos a recuperarlo.

En mi caso, ya os he dicho que lo tengo muy mal. Se me quemó en Mayo del año pasado (gracias, maldito alisado de keratina de Kátiva) y el proceso de "recuperarlo" está siendo lento y con muchos cortes porque no hay forma de hacerlo; es cortar, cortar y regenerar. Siempre lo he tenido rizado, fuerte, con bastante cantidad y tirando a grueso. Ahora lo tengo triste, sin forma, áspero y tipo pelusilla... Y como no soportaba verlo así, decidí dar este paso y descubrir en qué estado estaba realmente y si podía ayudarme a mejorarlo.

¿Y sabéis qué? Es un rotundo SI. Voy a hablaros de los productos y, al final, os cuento cómo lo llevo ahora. ¡A por ello!

#Champú Rainforest Radiance para cabellos teñidos. 

Si he elegido la marca de The Body Shop fue porque me dio un jamacuco tras la experiencia de skincare y probé también con haircare, los precios son asequibles y los resultados muy buenos. Contiene aceite de pracaxi, extracto de arándano, aceite de linaza y azúcar. Es 100% vegano y como podéis ver, está libre de to'. Me encanta porque hace mucha espuma a pesar de no llevar sulfatos, noto que hidrata más que otros de la línea y el olor es una gozada. ¡Está recomendadísimo!

#Acondicionador Rainforest Moisture para cabellos secos.

Es ideal para cabello castigado, seco o teñido. Aporta suavidad, desenreda que es una maravilla y deja un brillo espectacular. Lleva aceite de coco y miel entre otros y lo utilizo cada vez que me ducho. Me gusta mucho, mucho y sin duda iré a por otro en cuanto se acabe porque no me queda nada.

#Acondicionador nutritivo de Banana.

Había leído muy buenas críticas sobre este pero tengo que decir que no es del todo para mi. Es decir, es genial y huele a plátano que cualquier minion se te tiraría a la cabeza pero se queda corto para lo que yo necesito. Aún así me gusta utilizarlo para los días entre duchas en los que me mojo el pelo pero no uso champú, para dar un toque más de suavidad y dejar el olor de plátano en el pelo. Hmmmmm mira que me gusta.

A nivel de "acabados", dos cositas que me vuelven loca por su olor y por cómo funcionan. The Body Shop y Lush, os amo.

#Mascarilla nutritiva de Plátano.

Bueno, bueno, bueno, qué joya es esto. Me dieron una muestra y fui corriendo a por él porque, cómo no iba a hacerlo. El olor es similar al acondicionador pero todavía más intenso, me dan ganas de untarme en él. A mi me gusta aplicar las mascarillas de forma pre-lavado, es decir, antes de ir a la ducha. Con 20 minutos es más o menos suficiente pero personalmente, me lo dejo toda la noche. La aplico, una moñete suelto y a dormir, a la mañana siguiente me lo deja que es un escándalo y con un olor maravilloso. La utilizo de una a dos veces por semana dependiendo de cómo sienta el pelo. Me aporta muchísima nutrición y combinándolo con un buen acondicionador, es el combo perfecto. Tengo muchas ganas de probar la mascarilla de Rainforest que es todavía más hidratante para los días en los que peor lo llevo.

#Crema capilar Hair Custard de Lush.

Ay, mi amor tenía que salir aquí por supuesto. Voy a empezar a deciros que huele a natillas, si, si, ¡a natillas! Me dan ganas de comerlo cada vez que lo utilizo y lo mejor: que se queda impregnado en el pelo y uffffffff, qué gusto. Contiene infusión de vaina de vainilla, aceite de argán, huevos camperos, pomelo para dar brillo, cacao... es para una hidratación intensa y perfecta para pelos rizados ya que los define y les da cuerpo. El toque final y perfecto ya que se aplica en húmedo cuando salimos de la ducha, un toquecito nada más e hidrata una locura. Además, como ya he dicho, ayuda a definir los rizos y la ondulación natural del pelo y eso es algo que me encanta.

Estoy muy, muy, muy contenta de haber dado el paso de eliminar todo lo dañino de mi rutina. Ahora, a pesar de estar pasando por esa fase complicada/rebelde siento el pelo mucho más mío... con más cuerpo, volúmen, ¡mis rizos han vuelto! Y sobre todo, tardo más en lavarlo lo que es buenísimo. Para mi merece totalmente la pena porque poco a poco voy sintiendo cómo lo estoy mejorando. Al principio mi cabeza era un nido de pájaro y ahora, aunque se ve algo dañado, es más mi pelo. ¡Pero es que es exactamente como está! Poco a poco, con paciencia y nutrición será todavía más espectacular así que si estáis pensando en ello, os animo muy mucho. Siempre podéis volver a las siliconas si no os va bien.

¡Un besito muy grande, amores!